¿Cómo acabar con éxito el mes más crítico del año escolar: Agosto? Y más en tiempos de pandemia y enseñanza virtual.

Feliz día comunidad de Altamira, mi nombre es Mariangela Vergara y actualmente soy maestra titular de Segundo Grado. A continuación, les comparto lo que ha sido mi experiencia como docente desde la virtualidad. El año pasado, a mediados de Marzo, tuvimos que desalojar las instalaciones físicas del colegio para finalizar nuestro año escolar desde casa. Como todo cambio crea resistencia en un principio pero a medida que avanzaban las semanas logramos mayor flexibilidad y adaptación. Pienso que no fue tan duro el año pasado como lo ha sido el actual ya que yo conocía muy bien a mis alumnos, sus procesos académicos y  sus contextos familiares. Mis estudiantes cuando están finalizando Segundo Grado adquieren mayor madurez; aspecto por el cual lograron finalizar su grado con éxito. 

Ahora bien, lo interesante ha comenzado este año a principios de Agosto; nuevo año escolar. Lo primero que me pregunté fué: No conozco a mis alumnos, ¿Cómo crear relaciones poderosas que les permitan enganchar con la complejidad que implica un grado Segundo? ¿Cómo enamorarlos del programa virtual si lo único que les hace falta y quieren es estar de vuelta al colegio para correr y jugar con sus compañeros? Día a día surgen más y más preguntas difíciles de contestar. Me liberé de todo temor y angustia y decidí asumir el reto dando lo mejor día a día. Como bien lo sabemos, cada día trae su batalla pues yo estaré lista cada día para recibir y darle solución. 

Los primeros días de Agosto son días claves para crear conexiones con los alumnos, llegar a acuerdos y normas que juntos respetaremos para vivir en armonía, conocer a los padres de familia, realizar diagnósticos para descubrir fortalezas y “gaps” (brechas que quizás arrastran de años anteriores) con el fin de saber con que cuenta el alumno y cómo ayudarle mejor a fluir con éxito y aprender mejor, entre otros aspectos más. Desde luego, para conocer a los padres diseñe un Google Form con preguntas que me brindaron tanta información valiosa y me permitieron conocer la realidad de cada hogar y cada estudiante. Por otro lado, para conocer a mis alumnos me inventé la grandiosa idea de visitarlos de forma sorpresa en cada uno de sus hogares. Fué un sábado por la mañana, junto con mi asistente Miss Diana hicimos unos brownies y llevamos unos lápices con borradores. Su reacción me hizo saber a mi que el esfuerzo que habíamos hecho había tocado sus corazones. Los niños estaban en completo “shock”, se sorprendieron con la sorpresa pero fue inevitable verles su cara sonreír y su corazón brotar de alegría. A partir de ahí, las clases no fueron lo mismo. La conexión y la cercanía era más grande. 

Debo recalcar que me siento feliz con el grupo de padres de familia y por supuesto de alumnos que me ha tocado este año. Muchos de estos alumnos les conocía por un Summer Camp que hice junto a mi hermana Maria Teresa (mejor conocida como Miss Tere). Fue ahí donde conocí a mi “petit comité” quienes hoy en día son mis alumnas. Envío un saludo a Martina, Valentina, Gabriela, y Mari Caro. De igual manera, tengo dos nuevos alumnos que han llegado de otras escuelas del país. Mi propósito fue acoger a estas familias desde el primer día y hacerlas sentir parte de Altamira. Quiero que cada día rectifiquen una vez más que la mejor decisión de escuela para sus hijos es Altamira. En cuanto al resto de familias, le he intentado mostrar que estoy 24/7 disponible para solucionarles cualquier duda e inquietud que se les presente. Ellos saben que pueden contactarme cuando así lo requieran. Durante el mes de Agosto he tenido varias reuniones por Zoom con padres (grupo completo o familias particulares) donde con mucho respeto hemos llegado a acuerdos, les he escuchado, les he brindado seguridad y confianza y sobretodo les he dado mucha claridad y tranquilidad para que no sientan ningún tipo de malestar u inconformidad. 

Ahora bien, en cuanto al “distance learning” (enseñanza a distancia) he aprendido, me he equivocado y he reflexionado en el camino. Pienso que ningún profesor en el mundo estaba preparado para este cambio tan repentino pero necesario en la educación. ¡Ha llegado el momento de reinventarnos! ¡El momento es ahora! Hay algo que debemos tener claro y es que no podemos intentar replicar la escuela tal cual en casa. Por tal razón, un grupo de docentes estuvimos trabajando durante el mes de Junio seleccionando del currículo académico aquellos logros y objetivos prioritarios trazados para el año escolar. Esto implica desechar algunos otros contenidos y destrezas con el fin de centrarnos únicamente en lo importante. Por supuesto que surgieron varios debates interesantes en cuanto a: qué es lo importante? No queríamos desechar contenidos importantes que luego fueran necesarios para futuros años. A parte del contenido curricular, fue importante tener en cuenta el rol que juega la competencia socioemocional y el bienestar emocional de nuestros alumnos. Los aplaudo y los admiro! Me atrevo a decir que han respondido de la mejor forma posible. Cada uno ha puesto su granito de arena para no rendirse y seguir luchando a pesar de las adversidades. 

Quiero resaltar la importancia de contar con el apoyo de papá y mamá en casa. Necesito que seamos aliados y nos mantengamos en constante comunicación. Los padres son mi apoyo clave desde el hogar. Juntos acordamos la importancia de contar con un computador, buena conectividad a internet, un espacio de trabajo libre de distracciones y juguetes, un horario visible de las clases, entre otros aspectos. Tuvimos que empezar desde 0. Ir construyendo día a día juntos. Por tal razón, la comunicación es clave para hacer los ajustes necesarios durante el camino para que todo fluya con naturalidad. Así como los niños, los padres también se encuentran en constante aprendizaje. El fin en mente es crear un niño autónomo y responsable que asista a sus clases, que entregue trabajos de calidad, que resuelva problemas, que pida ayuda cuando lo necesite, que participe en clase y todo esto se logra con el paso del tiempo. Para lograr autonomía y responsabilidad necesito que los padres confíen en sus hijos y les permitan aprender de sus errores. No seamos padres o docentes sobreprotectores que intentamos resolver la vida de nuestros alumnos sin que sean ellos quienes lo hagan por sí solos. 

Desde luego, mi mayor reto ahora en Septiembre es procurar que mis alumnos asistan a sus clases, cumplan con su horario de Lunes a Viernes, disfruten el proceso de enseñanza virtual y sobretodo no pierdan la fe y la esperanza de que pronto, si muy pronto, volveremos al aula. El gran desafío es diseñar clases que sean muy dinámicas para los alumnos con el fin de evitar posibles distracciones, desmotivación y aburrimiento. Semanalmente al diseñar clases pienso en mis alumnos, pienso en qué se merecen lo mejor! Intento pensar en formas creativas y divertidas de transmitir los contenidos y las destrezas esperadas para su grado. Me gusta iniciar mis clases con una canción, un baile de TikTok, un check-in (preguntarles como están y cómo se sienten), un rato de oración y gratitud, y/o ejercicios de respiración, estiramiento y crear conciencia en ellos de la importancia de cuidarse sus ojos frente a los largos periodos frente a una pantalla. En cuanto a la enseñanza virtual,  puedo resaltar el poder de la tecnología y la rapidez con que mis estudiantes acceden, conocen y disfrutan de las plataformas digitales que les he mostrado. Ahi puedo ver su autonomía y su carácter al momento de asumir el reto con madurez y hacer frente a las dificultades que puedan surgir y debamos mitigar. 

Finalmente, agradezco a la vida que nuestra realidad nos obligó a repensar la educación y reinventarnos como maestras. Esta vez no fue una opción sino una obligación para todos. Confío y sé que la educación, la vida y mis alumnos no serán los mismos que eran antes del Covid-19. Desde luego han crecido como seres humanos y están listos para los nuevos retos que la vida nos traerá. Contando los días para regresar a la escuela y ver a mis alumnos correr y jugar en el receso con todos sus amigos. Volver a la escuela nos hace falta a todos! Escribiré un artículo nuevamente para contarles como fue el regreso a clases y el fin de la virtualidad. 

Para terminar, les comparto una imágen de mi salón actualmente sin la alegría y presencia de mis alumnos. 

 
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